jueves, 5 de diciembre de 2013

¿Quien prescribe al mediador? o el mediador no tiene quien le prescriba.



Hace muy pocos días me matriculé en un taller práctico de marketing experiencial. La cuestión es que me interesaba conocer cómo podría conseguir divulgar  los servicios que ofrece nuestro centro de mediación. 

Aprendí mucho sobre el mundo de la difusión y el comercio en las empresas. Cuando practicamos con la idea de divulgar las bondades de los servicios de un Centro de Mediación en Conflictos surgió la clave de lo que está pasando en estos momentos. Existe casi una parálisis total de esta actividad.  

Me llamó la atención que para conocer el funcionamiento de la mediación se utilizara la pregunta ¿quien prescribe los servicios del mediador?. La respuesta era sencilla, nadie. La respuesta me recordó el título de la novela de Gabriel García Márquez, "El coronel no tiene que le escriba".

Lo cierto es que los centros de mediación y los mediadores privados estamos intentando crear nuestra propia clientela, que en muchos casos derivamos a abogados, psicólogos, centros de salud, policía... La realidad es que nosotros, sin embargo no recibimos personas reenviadas de otros despachos de abogados, ni de profesionales de la sanidad, ni de salud emocional, ni de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, ni de policía municipal, ni de ayuntamientos, ni de empresas, ni de prácticamente nadie. 

Es bueno que las personas físicas  y jurídicas conozcan la mediación, pero no la van a utilizar salvo que se la prescriba otro profesional. Quizás cuando la hayan experimentado la demandarán directamente. 

Sería de interés que se pudiera hacer campaña de difusión entre los distintos sectores que canalizan conflictos o que conocen que los conflictos son la causa de patologías de sus pacientes. Todo esto sin querer llegar a que los mediadores y centros de mediación se puedan terminar llamando "corre ambulancias", término que me enseñó compañero abogado y mediador argentino y que hacía alusión a determinada práctica "abogadil" por la que cada vez que se oía la sirena de una ambulancia se indagaba sobre el asunto para conocer si detrás podría haber un nuevo pleito que llevar en sus respectivos despachos. 

En cualquier caso se debe saber que los mediadores indican a sus clientes los servicios que necesitan inmediatamente y prescriben el tipo de profesional al que se deben dirigir cuando ven que su intervención no se adecua a los parámetros necesarios para iniciar o continuar con una mediación. 

De nuestros despachos, en las peticiones de información o primeras consultas, se quedan las personas que pueden estar en un proceso de mediación, con indicación de necesidad de abogado si no lo tiene. Por supuesto si se nos informa de alguna afección emocional se indica que la mediación debe ser conocida por su terapeuta para que este tutele si está en condiciones de participar en la mediación.  Y cuando la cuestión afecta a la integridad moral o física se recomienda valorar la denuncia además de solicitar la comparecencia de algún familiar cercano que le pueda acompañar en estas situaciones. No hace falta decir que hay un número importante de personas que tras conocer cómo funciona el proceso no se atreven a dar el paso y prefieren la vía tradicional de resolver sus diferencias con las indicaciones que estime un juez. 

Creo que en una primera fase la búsqueda de clientela en los destinatarios del servicio no es la adecuada. Veo más recomendable valorar la búsqueda de clientela entre los prescriptores de la mediación.

Entonces, ¿quien puede prescribir la mediación o al mediador?. No me imagino a los laboratorios de medicamentos explicando su producto a los usuarios finales. Creo que los colectivos de profesionales que observan cómo los conflictos son la fuente o se encuentran latentes en su trabajo diario pueden aprender a gestionar la derivación a los profesionales especializados en el tratamiento de los conflictos de una manera alternativa. Derivar a mediación desde todos los ámbitos profesionales debería ser una práctica habitual. Quizás sea aquí dónde debamos estar presentes los mediadores privados en una primera fase.