viernes, 27 de septiembre de 2019

Chi chi pan, la fe del carbonero, afirmacionismo, el juego de "gallo o gallina" y la Mediación.

Chi chi pan, la fe del carbonero, afirmacionismo, el juego de "gallo o gallina" y la Mediación.


Seguimos teniendo fe en la mediación. Cuando uno defiende cuestiones cuyas probabilidades de sacarlas a flote, son casi inexistentes, se habla de "la fe del carbonero".

Articulo publicado en la revista Ganadería sobre la conservación de una variedad racial dada por desaparecida.  
Me pasó en la iniciativa para la conservación de una variedad racial de vacuno que se daba por extinguida. Había oído tantas historias sobre su desaparición que me parecía lógico recuperar todo lo que se hubiera contando y reconstruir los últimos días de estos animales.

Albergaba la esperanza de que quedaran, al menos descendientes lejanos de aquellos animales. Por fin descubrí un rastro y tiré de este, y este me llevo a otras informaciones y hoy podemos reconstruir la historia de todos los descendientes vivos de aquellos animales. La "fe del carbonero" funcionó, por el camino me fui encontrado a otros entusiastas creyentes en la misma idea, solo por esto ya mereció la pena.

También me encontré posturas negacionistas o tierraplanistas. Pronto descubrí que afirmar que algo, existe, o lo contrario, que no existe, salvo que se pruebe, no tiene sentido. Aprecio a estas personas, pero no comparto sus ideas.
En el caso de la Mediación ocurren cuestiones similares, uno va buscando los rastros que van dejando las formas de abordar los conflictos entre las personas y su desarrollo real, que nunca llegó a despegar como se había previsto, y no los encuentra. 

Sin embargo, a la luz de la innumerable marejada de eventos colectivos en los que se analiza su evolución, se diría que estamos plagados de prácticas mediadoras.


Lo más llamativo es que envían peticiones de opinión sobre el Reglamento del Foro para la Mediación del Ministerio de JusticiaEl Foro para la Mediación tiene por objeto institucionalizar la colaboración y fortalecer el diálogo permanente entre el Ministerio de Justicia y la sociedad civil en materias relacionadas con la mediación.  En el foro participan organizaciones representativas de intereses sociales, se supone que en este caso, vinculadas estrechamente con la actividad mediadora.
En fin, todo el esfuerzo que se ha hecho para organizar una actividad aún inexistente, que está perfectamente controlada por el Ministerio de Justicia. El Ministerio tiene así, evaluadas las fuerzas de los colectivos y su capacidad de condicionar decisiones futuras.   
Debería ser un foro abierto, un "open space" de los ciudadanos y de los mediadores, con las normas que rigen en la sociedad actual en la convocatoria de eventos. Y que las ideas y reflexiones de cada convocatoria fueran recopiladas en un blog para el público conocimiento. 
Un foro de mediadores con un reglamento del Ministerio de Justicia es lo más parecido a ponerle puertas al campo. Pero bueno, se agradece que no te hayan quitado de las listas de correos y te sigan llegado peticiones de opinión. 
Creo que los mediadores deberían abandonar este foro y alejarse de aquellas cuestiones que constriñen su casi nula actividad. Cada uno debe hacer valer desde su entorno la necesidad de expandir sistemas alternativos de resolución de conflictos.  

Digamos que la búsqueda de la actividad Mediadora es el fenómeno inverso, no se encuentra mediación, pero si mucha gente insistiendo en que existe, y celebrando todo tipo de actualizaciones. No encuentro palabras que definan este fenómeno. Para los que niegan que ha existido algo, tenemos a los negacionistas, pero para los que afirman que existe algo que verdaderamente no existe, se les podría llamar ¿afirmacionistas?, da un poco igual, cada cual que vaya creyendo en lo que quiera.

Buscando una imagen que represente "la fe del carbonero", me encuentro a un carbonero común, que es un pájaro y cosas de la vida, su canta se llama "chi chi pán" porque curiosamente estas sílabas reproducen onomatopéyica del sonido de su canto habitual. Con la fe del carbonero y con su canto seguiremos creyendo en la mediación, no por lo que nos cuenten, si no por lo que descubramos.

Chi chi pan, también es el nombre vernáculo de la flor comestible del árbol Robinia Pseudoacacia, que en Madrid, llamábamos "pan y quesito" y que con sus hojas jugábamos a "gallo o gallina" acumulando la hilera seguida de un tallo de todas las hojas que finalmente parecían una cresta avícola.




Pulse la palabra "Reproducir" para oír el canto del Carbonero: En los seis primero segundo se puede oir "chicchipan, chichipan..."