Duelo a garrotazos. Etiquetada como "Escenas de violencia" por el Museo del Prado. Obra de Francisco de Goya y Mucientes datada entre 1820 y 1823.
Hace unos días encontré un documento muy antiguo fechado en 1767, versaba sobre el perjuicio que decían experimentar los labradores por ser ocupadas las tierras por ganaderos.
Este conflicto entre pastor y agricultor estaba representado ya en el Génesis. Caín y Abel, pastor y labrador respectivamente fueron los protagonistas del primer fraticidio por envidias del labrador a los frutos del pastor. La cuestión es que este tipo de conducta agresiva entre hermanos se recoge con el término cainismo.
Buscando ideas relacionadas con la materia para ilustrar con imágenes utilicé la palabra "cainismo" y me apareció esta pintura de Goya titulada "Duelo a garrotazos".
Me impresionó la teoría según la cual, existían unas normas para batirse en duelo hasta la muerte. Sorprende pensar que eran capaces de buscar una posición fija que les impidiera alejarse uno del otro. En este caso parece ser que están enterrados hasta casi la rodilla. Otras costumbres nos relatan que se ataban la mano izquierda para que no puedan separarse.
Sin quererlo uno llega a pensar que cuando dos partes en litigio inician un proceso judicial porque tienen un conflicto, lo que hacen es esto. Enterrarse hasta las rodillas y no poder separarse de su contrincante hasta que uno de los dos gane.
No hace muchos años todavía existían tradiciones que intentaban lo contrario. Si buscamos la palabra "separar" en el diccionario en su quinto significado "Forzar a dos o más personas o animales que riñen, para que dejen de hacerlo". También lo he escuchado para el verbo esparcir o desparcir.
Había una serie de instrucciones para intervenir con la intención de separar o desparcir, de tal forma que tanto las partes que riñen, como los que puedan estar pendientes del desarrollo de la riña, apreciaran la imparcialidad y la neutralidad. Lo ideal era que intervinieran tantas personas como combatientes hubiera.
Recientemente hemos podido conocer los datos de un servicio de Mediación Intrajudicial, el dato de que más del 99,95 de los asuntos se quedan sin mediación nos confirma esta teoría goyesca de resolver nuestros conflictos "a garrotazos", enterrándonos hasta la rodilla durante unos años mientras nos batimos en duelo, a ver quien recibe más dolor de las dos partes.
Impresiona pensar que existiendo un servicio de Mediación que evita prologar el dolor, reduce emociones dolorosas y los costes económicos de la permanencia en el tiempo del litigio prácticamente no se esté utilizando.
También sorprende que las palabras que ilustran las escenas violentas no pasen de moda y si vayan desapareciendo las que apaciguan el conflicto como separar a los que riñen y desparcirlos.
Museo del Prado.. Obra: Duelo a garrotazos. Francisco de Goya