sábado, 25 de abril de 2020

¿Podría organizar alguien un Open space "on line" (técnica de Resolución de Conflictos en Grandes Grupos) para intentar definir los problemas de la Administración de Justicia y hacia dónde orientar las soluciones, en la era que acaba de comenzar?



Hace casi diez años, tuve la ocasión de asistir a un Taller sobre la Técnica de Resolución de Conflictos en Grandes grupos, a cargo de Ramón Alzate Saéz de Heredia, Catedrático en Análisis y Resolución en Conflictos en la Universidad del País Vasco

El taller estaba diseñado para profesionales de la mediación o personas interesadas en el afrontamiento de conflictos y en la toma de decisiones de grandes grupos o colectivos. Lo organizaba el Instituto de Mediación y Gestión de Conflictos (Imedia) de la Universidad Complutense. Este taller trató de iniciar en el ámbito de las técnicas de intervención con grandes grupos y, especialmente, en una de sus técnicas más útiles: el Open Space (Espacio Abierto) y se celebró el 16 de Junio 2010. 

Agradezco a Leticia García Villaluenga, Profesora Titular de Derecho Civil, actual Directora del Máster de Mediación de la Universidad Complutense y Presidenta de CUEMYC (Conferencia Universitaria para el Estudio de la Mediación y el Conflicto), que recomendara este taller a los que, en aquel momento nos estábamos formando en el Post grado de Especialista en Mediación.  

Este recuerdo coincide con la inédita actividad masiva de reflexión y de elaboración de planes, medidas, propuestas, sugerencias,... para aliviar el previsible incremento de la lentitud en la resolución de asuntos judiciales. Todo ello provocado por el decreto del Estado de Alarma que ha suspendido los plazos procesales y que mantiene a los órganos judiciales paralizados, a excepción de los servicios esenciales. 

En esta proliferación de información, se echa de menos el liderazgo de institución que pudiera estar recopilando y aglutinando todo este movimiento emergente. Se podría decir que acaba de nacer una etapa transformadora, que todavía no ha sido bautizada, ni tiene padres conocidos, que la tutelen y la encaucen. 

Este nuevo espacio temporal que se abre, seguirá evolucionando y, nos obligará a pensar en establecer otros cimientos distintos, sobre los que debemos construir la Administración de Justicia en el Estado español. 

En este contexto cabría combinar esta técnica de resolución de conflictos para apadrinar la etapa naciente, en ausencia de líderes y de ideas preponderantes.

Lo novedoso con respecto a los Open space tradicionales que aprendíamos hace unos años, sería que ahora habría que organizarlos "on line". Lejos de ser una debilidad, lo convierte en una fortaleza, ya que permite tener una red de resultados de reflexión hasta ahora no utilizada en esta técnica. Los sistemas colaborativos que permiten compartir el aprendizaje y conocimiento en una red ilimitada, se pueden utilizar para compilar las aportaciones y valorar en poco tiempo los resultados de los grupos de trabajo. 

El espacio abierto, en el que se basa esta técnica de resolución de conflilctos, hasta ahora era un espacio físico. Un cambio que se ha producido, casi a la fuerza desde esta pandemia, es que la presencia en el espacio físico la estamos superando con la presencia en el espacio virtual y con nuestra identidad atribuida a datos personales o casi datos personales, que también acreditan nuestra comparecencia y sustituyen algo tan jurídico y procesal como el principio de inmediación que viene a definir la proximidad en torno a un lugar físico.

Llaman la atención el esfuerzo que hacen los profesionales jurídicos aportando y recopilando ideas que finalmente no se utilizan, y ni siquiera son conocidas por el resto de profesionales. Cada Juez, cada Letrado de la Administración de Justicia, cada Fiscal, cada Gestor procesal, cada Tramitador procesal, cada Auxilio judicial, cada Abogado del Estado, cada Abogado, cada Graduado Social, cada Procurador, cada Perito, cada Mediador, cada ciudadano que haya aportado una idea, debería haber podido ser conocida por el resto. De momento lo importante es saber que todos somos conscientes de que se ha movido algo, y que estamos en otra etapa. Cuando se aborde la Historia del Derecho a esta nueva etapa se le dará otro nombre distinto a la que hemos dejado atrás. Desde los años noventa se empezó a informatizar la Administración de Justicia y se empezaron a utilizar nuevas herramientas con un soporte tecnológico pero aplicadas a los mismos principios sobre los que se habría construido la llevanza de procedimientos judiciales.   

El Ministerio de Justicia debería plantear este Open space virtual. Los más competentes en la gestión de estos conflictos que afectan a tantas personas son los que forman parte de los departamento de investigación en los que se gestionan las formas alternativas del abordaje de grandes problemas que aquejan a colectividades. En las Universidades españolas existen distintos institutos de mediación y de resolución de conflictos y departamentos en los que hay programas de especialización en estas disciplinas. 

Las soluciones actuales y futuras tienen que venir desde la visión panóptica. Para gestionar la reconexión de la realidad de las actuales necesidades de Justicia con las que hemos ido acumulando y arrastrando, se hace necesario ese reconocimiento de que existe un problema del que cabe un análisis utilizando esta técnica de Open space. 

Estamos en el momento de reformular todo, absolutamente todo, y de que todos podamos participar en el análisis y la propuesta de soluciones. 

Se propone que las instituciones de gestión de conflictos puedan liderar un Open sapace virtual en el que puedan participar todos los operadores jurídicos y ciudadanos para que se recopilen las propuestas y los resultados de cada grupo. 

Si me invitan, me apunto a participar. 


Enlace a la información del taller del Imedia: